Entrevista con Dieva Larrosa, ex presidenta e integrante del Concejo de Participación de Personas con Discapacidad de la Intendencia de Montevideo.
Dieva Larrosa tiene 48 años, es militante por los derechos de las personas en situación de discapacidad, miembro del Concejo de participación de Personas con Discapacidad de la Intendencia de Montevideo (IM) y usuaria de silla de ruedas desde hace más de tres décadas. Con ella conversamos sobre los avances y desafíos en la accesibilidad para las personas en situación de discapacidad y del trabajo realizado desde el Concejo de participación.
- ¿Cómo visualizas los avances con respecto a la accesibilidad para las personas en situación de discapacidad?
Tuve un accidente en 1990 y en aquel momento la ciudad de Montevideo no era amigable de ninguna manera para los usuarios de silla de ruedas. Para salir no existía ningún tipo de rampa, rebaja de cordón u ómnibus adaptado, y los lugares a los cuales quería dirigirme -como un museo, facultad, teatro o instituciones de salud- contaban con barreras en el sentido arquitectónico. Eso ha ido mejorando. Montevideo ahora es un ejemplo, pero a nivel país la situación desmejora cada vez más, porque es peor lo que sucede en lugares del interior. A partir de los 90' las políticas comenzaron a cambiar, por primera vez se creó una dependencia en la IM con el objetivo de abordar la temática y también se desarrollaron políticas públicas enfocadas en la discapacidad. He visto grandes avances, desde el acceso a los lugares, a tener baños accesibles y contar con rampas, puertas y ascensores que sean amplios. Igualmente, a nivel país todavía se seguía viendo el tema desde un modelo que no es el que se aplica ahora, que es el social.
-¿Qué te parece que falta?
En cuanto a la accesibilidad en el interior, y también en Montevideo, lo primero es poder salir de tu casa y para eso tenes que contar con transporte. Si no tenes un ómnibus o taxi adaptado, es imposible. En el interior eso no se está dando. No hay locomoción adaptada. Tienes que depender de algún centro de salud que tenga una camioneta, por ejemplo. Hay departamentos en donde es imposible acceder a un teatro o un cine porque no están adaptados para que las personas en situación de discapacidad física puedan acceder.
-¿A nivel cultural o simbólico, todavía falta avanzar en que se entienda que algunas personas requieren que se adapten ciertas infraestructuras para que puedan acceder a los servicios como el resto de las personas?
Todavía cuesta, pero creo que se ha venido haciendo un trabajo de parte de la sociedad civil organizada que ha sido muy bueno para concientizar al respecto de estas temáticas, porque es una lucha del día a día para que las personas puedan comprender que haciendo una pequeña modificación en una edificación brinda la posibilidad de que muchas más personas puedan acceder. Aún así, todavía falta muchísimo para lograr cumplir todo lo que la Convención Internacional por los derechos de las personas con discapacidad indica. Uruguay ratificó esta convención en 2008 y también su protocolo facultativo, pero todavía falta muchísimo. Se va avanzando a pasos lentos, los tiempos de la política no son los mismos que los de las personas, siempre vamos un paso atrás, porque las cosas que necesitábamos para ayer, las seguimos necesitando y algunas siguen sin estar.
-La ley de cupos laborales para personas en situación de discapacidad parecía un avance importante, ¿cómo ha sido su implementación?
Cualquiera de las dos leyes, la de empleo en el ámbito público (ley 18581) y la del empleo privado (19691) establecen que un 4% de las vacantes en los empleos debería cubrirse con personas en situación de discapacidad, pero no se cumple. Según la oficina Nacional de Servicio Civil, solamente está cumpliendo un 0.1%, e incluso tiende a ser menor. Eso es un clarísimo ejemplo de que no se cumple lo que dice la norma.
-¿Cómo viene trabajando el Concejo de participación de personas en situación de discapacidad?¿Dónde pone su foco?
De 2019 a 2021, que fue el primer periodo del consejo, tuvimos muchas entrevistas con personas del Mides y generamos propuestas. Para el segundo Plan de Accesibilidad, elaboramos 52 metas para incluirlas en el plan. Después el plan no fue llevado a cabo y las metas no fueron tomadas. De igual manera, somos propositivos en ese sentido, preguntándoles a las autoridades qué es lo que está pasando y de qué manera podemos colaborar, porque sin la participación de las personas en situación de discapacidad y su mirada, siempre va a estar faltando algo.
A nivel interno, trabajamos en comisiones, que tenían que ver con sexualidad, diversidad, género, ciudad y movilidad, inserción laboral y educativa y vida independiente. Estuvimos trabajando de esa manera y reuniéndonos con autoridades y organizaciones de la sociedad civil, para ver cómo podemos contribuir en ese sentido.
- El concejo de participación tiene como objetivo trabajar en los aspectos de interés para las personas en situación de discapacidad, ¿Es necesario avanzar en la formalización de una agrupación a nivel nacional, que tenga mayor peso para el tratamiento de estos temas?
El concejo actúa a nivel de Montevideo, creo que debería haber uno similar por cada departamento, para después poder juntarnos y evaluar la situación a nivel país. Sería muy beneficioso, además de que existan más organizaciones que aborden estos temas.
- No son las mismas las posibilidades de acceso que pueden haber en el centro de Montevideo que las de los barrios periféricos, ¿cómo analizas esa situación de diferencia tan marcada entre barrios?
Se entiende que por algún lugar hay que empezar, capaz se empieza por el centro que es donde más gente se mueve y realiza actividades -Cines, teatros y centros de atención de salud-. Pero cuando hablamos de educación, trabajo u otras actividades que se desempeñan en cualquier barrio de Montevideo, entonces necesitamos esa accesibilidad en todos los estamentos. No quiero decir que lo veo como una discriminación, porque creo que desde los municipios y varios consejos vecinales, se está trabajando, pero es necesario profundizar ese trabajo.
Me parece super importante que cada vez haya una mayor participación de las personas en situación de discapacidad en lugares de toma de decisiones. Tenemos que estar participando cada vez más y la sociedad civil también. Somos ese grupo que tiene que estar actuando y haciendo la presión necesaria para que se generen cada vez más políticas que dignifiquen la vida de las personas en situación de discapacidad.
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