Pasados algunos días de un nuevo 25 de Noviembre, día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde la Obra Ecuménica Barrio Borro (Oebb) enfatizamos nuestro compromiso de lucha por una vida libre de violencia para todas las mujeres, niñas y adolescentes.
La violencia de género es la mayor manifestación de opresión hacia las mujeres, niñas y adolescentes, que tiene como objetivo someter, dominar y controlar, vulnerando derechos y oportunidades; siendo por tanto una de las manifestaciones de opresión más importante que sufren las mujeres, niñas, niños, adolescentes y adultas mayores.
En nuestro país, la ley integral de violencia de género de fines del año 2017 (No. 19580), la define en ese sentido, como acciones amparadas por relaciones desiguales de poder, que impide o limita el ejercicio de derechos y libertades de las mujeres. Esta ley establece que puede ser cometida tanto por particulares, como las instituciones (incluso el propio Estado): es por eso que las mujeres pueden sufrir violencia de género no solo en el ámbito doméstico.
Así, el acceso desigual a oportunidades de trabajo y salario digno, a la educación en sus distintos niveles; la falta de información y acceso a derechos sexuales y reproductivos, el maltrato obstétrico; el acoso callejero; la falta de autonomía económica; la desigual distribución en las responsabilidades domésticas y de cuidados, entre otras, son también manifestaciones de violencia de género.
La violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica, pudiendo suceder dentro de las familias, en el ámbito doméstico y en vínculos interpersonales, aún no compartiendo el mismo domicilio. También puede suceder en la comunidad, el trabajo y a la hora de acceder a la salud -como el acoso sexual laboral o el maltrato vinculado a la atención en la salud sexual y reproductiva-. Incluso es posible que sea ejercida o tolerada por el Estado en todos sus ámbitos. La Convención Belem do Pará de 1994 (para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer), recuerda y afirma que “la violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus propias bases” (OEA, 1994, art.2).
Los datos evidencian que la violencia de género es una realidad que afecta a muchas mujeres, aproximadamente 7 de cada 10 reportan haber vivido algún tipo de violencia en algún momento de su vida. Esta cifra representa a casi 700.000 mujeres en nuestro país (MIDES, InMujeres, 2013, p.21). Sin embargo, tampoco reflejaría lo que sucede en realidad, ya que los datos solo representan aquellos casos denunciados, dejando por fuera las múltiples violencias que vivencian las mujeres fuera de la violencia de género en los vínculos afectivos.
Las alarmantes cifras, que reflejan que la violencia basada en género afecta a un gran número de mujeres de manera cada vez más cruenta, evidencian la necesidad urgente de trabajar desde las distintas instituciones para generar transformaciones en los ámbitos económicos, sociales y culturales, con el fin de asegurar una sociedad más equitativa y sin sometimientos.
Desde nuestro lugar
Reconociendo que habitamos un sistema desigual, en la OEBB trabajamos para contribuir a garantizar el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres de nuestra comunidad. Una labor que adquiere mayor relevancia al considerar los altos niveles de ingresos por debajo de la linea de la pobreza de la población que habita en Casavalle, condición que agrava la desigualdad estructural que afecta a las mujeres, limitando las posibilidades para la toma de decisiones así como al acceso a bienes, servicios y recursos. Desde el 2018, nuestra institución, ha conformado un área específica con el objetivo de transversalizar la perspectiva de género, procurando brindar asesoramiento, generar propuestas de trabajo e instancias de sensibilización y reflexión con todos los proyectos de la OEBB.
Por su parte, la promoción del grupo "Mujeres en Obra", mediante diferentes iniciativas de encuentro e intercambio con las mujeres del barrio, habilita un espacio para la reflexión y discusión con respecto a las temáticas de género, diversidad, sexualidad, feminismo, entre otros, habilitando espacios de problematización e intercambio con los y las trabajadoras de la institución sobre las diferentes formas de violencia que se observan y viven diariamente.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el pasado 25 de Noviembre, colectivos y organizaciones feministas llamaron a movilizarse en distintos puntos del país contra todas las formas de violencia machista. En Montevideo se realizaron dos grandes manifestaciones organizadas por la Intersocial Feminista y la Coordinadora de Feminismo. Desde la Oebb, compañeras y vecinas realizaron actividades en torno al día y prepararon distintivos para participar de las movilizaciones.
Sus formas
La violencia de género se manifiesta y expresa de distintas maneras. En la Ley de violencia basada en género (VBG), además de las formas más conocidas, como la violencia doméstica, el acoso callejero, la violencia física, femicida, sexual, psicológica o emocional, se incluye otras menos reconocibles: violencia patrimonial, simbólica, obstétrica, política y mediática. Adicionalmente, se considera la violencia que ocurre en el noviazgo y la que se da en los ámbitos laborales, educativos, institucionales y comunitarios -que refieren a obstaculizaciones para el goce y ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de las mujeres-. Finalmente, también se incorpora la violencia por prejuicio hacia la orientación sexual, la identidad o expresión de género, y la étnica racial -que provoca en las víctimas sentimientos de intimidación, de vergüenza, menosprecio y denigración-.
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